Los adultos nos creemos con derechos superiores a los niños y no solemos tener en cuenta sus opiniones. Con frecuencia, hemos dicho o escuchado la frase, "¿tú que sabrás si solo eres un niño/a?"
Pero esto no es verdad. Los niños tienen unos derechos y unos deberes y ellos mismos pueden darnos su opinión acerca de ello. Solo aprenderán a respetar a los demás si han sido respetados desde pequeños y tenidos en cuenta.
De los casos de Ismael Beah, Sophie Cruz, Yursa Mardini, Malala Yousfzai y Greta Thunberg me ha sorprendido la fuerza y el tesón con el que han superado situaciones muy complejas que, para muchos adultos, resultarían difíciles de sobrellevar. Es decir, nos han lecciones de vida y han conseguido ser un gran ejemplo para el mundo.
Todos/as conocemos a peques que les ha tocado vivir situaciones muy complejas y que han demostrado una fuerza y valentía increíbles. Nuestro papel como adultos y, especialmente, como docentes, debe ser empoderar a nuestro alumnado para que luche por sus derechos buscando una sociedad más justa e igualitaria.
Si queremos que los derechos de la infancia se respeten, debemos enseñarles a nuestro alumnado cuáles son y respetarlos nosotras/os también. Se aprende del ejemplo. Por ello, es importante dar espacios para que se expresen, intercambien ideas, mostrarles ejemplos de otros niños y niñas que son referentes (como los que podemos ver en el siguiente vídeo), etc.
¡Os animo a trabajar por los derechos de la infancia!
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